La meditación - preguntas y respuestas




La intención es que este blog sea el producto de una colaboración entre ustedes y yo – nosotros J - por lo que se me ocurren 5 preguntas que podrían surgir en relación a la práctica y a mi, la autora, las cuales trataré de contestar lo mejor que pueda, pero además me encantaría que en los comentarios agregues tus preguntas, e igualmente, trataré de contestarlas, y si quieres agregar algo o expresar alguna idea adicional, por favor hazlo: te escucho J

¿Cómo funciona y para qué sirve la meditación?

Bueno, es importante aclarar que aunque hayan muchos beneficios, los practicantes no meditamos con ese fin, o sea que al sentarnos no hay una meta por alcanzar, sino que nos sentamos porque disfrutamos de hacerlo. Simple y sencillamente, meditamos porque nos gusta.

Lo cual no significa que no resulten importantes beneficios. Al contrario, la práctica de la meditación es transformadora, y los cambios que produce son múltiples y de gran profundidad - científicamente comprobados, además.

Imagina que tu mente es como un chango o un mono, y que los pensamientos son como las ramas de los árboles. La naturaleza de la mente (así como la del mono) es de brincar de rama en rama. Primero pensamos en una cosa, luego brincamos a otra, luego nos distraemos por aquí, recordamos aquello de allá, y así pasamos mucho tiempo (¿todo el día?), perdidos entre las ramas, sin disfrutar realmente del milagro de la vida que está aquí y ahora.

Otra característica de la mente es que se porta como un perro con un hueso. A nuestra mente le encanta aferrarse a un pensamiento y roerlo una y otra vez, aunque al hacerlo causemos sufrimiento, tanto para nosotros mismos como para quienes nos rodean. Pero aun cuando no sea el caso, el estar royendo pensamientos también nos distrae de lo que importa, que es la vida misma, y que sólo puede disfrutarse si estamos presentes, libres y abiertos, en vez de ocupados, afanados o absortos royendo.

Cabe señalar que estas características no son ni buenas ni malas, son parte de la naturaleza de nuestra mente. En nosotros está la capacidad y la opción de entrenarla, de tranquilizarla, para que podamos disfrutar realmente de la vida, sentirnos tranquilos y contentos, sabiendo que cuando la necesitemos, nuestra mente puede concentrarse y enfocarse con todas sus increíbles habilidades y colaborar con nosotros y con quien nos rodee.

Mientras tanto, la meditación nos ayuda a distinguir entre el pensar (la voz que nos habla todo el dia/el ruido mental/el "canal" que sintonizamos dia a dia) y el estar consciente. Podemos estar conscientes sin tanto ruido mental, sin ser distraídos, fragmentados, desestabilizados por pensamientos poco constructivos, o incluso, destructivos.

La meditación es como un barco - nos ofrecemos a nosotros mismos un barco. Mientras continuemos con la práctica, mientras continuemos a bordo del barco, no nos hundiremos ni ahogaremos en el rio del sufrimiento (Thich Nhat Hanh).

Para concluir, podría decirse que la finalidad de la meditación es el entendimiento. Lo que buscamos es entender la realidad tal y como es, con una actitud de apertura y bondad.

¿Es difícil meditar?

No. Es muy fácil hacerlo y hay muchos recursos disponibles. Por nombrar algunos centros de práctica aqui en CDMX:

Wake Up México (para jóvenes)

Lamentablemente a muchos nos da miedo enfrentarnos al silencio, a la quietud, a nosotros mismos. Tememos lo que vayamos a encontrar si nos sentamos a respirar tranquilamente, o nos causa ansiedad enfocarnos en la respiración. Pero la respiración es manifestación de la vida misma. Si no estás respirando, es porque ya no estás vivo J.

Además, no es la única manera de meditar. La maestra Tara Brach enseña a meditar utilizando los sentidos: escuchando con atención plena los ruidos que hayan a tu alrededor, por ejemplo. Y en la meditación Vipassana, nos enfocamos en la respiración al principio solamente, para tranquilizar la mente, pero después se profundiza y se utilizan las sensaciones del cuerpo entero para meditar.

¿Tengo que dejar de fumar, beber y comer carne para meditar?

No. Cuando empecé con la práctica, fumaba, bebía y comía carne y no concebía que mi vida fuera de otra manera. Pero no transcurrió mucho tiempo antes de que algo cambiara. Lo primero que dejé fue el cigarro, porque al enfocarnos en la respiración, me di cuenta que no respiraba de manera natural, sino que era exagerada la exhalación. No lograba concentrarme. Eso fue cuando vivía en Inglaterra. Compré unas pastillitas sublinguales y dejé de fumar casi de inmediato. Pero no pude dejar las pastillitas durante más de 6 meses después de haber dejado el cigarro. En esa ocasión dejé de fumar unos 3 años y medio. Pero al cabo de ese lapso, me alejé de la meditación, y así como me alejé, regresaron las tormentas a mi vida. Volví a fumar, y tardé otros 7 años en poder volverlo a dejar. Eso fue hace casi 6 años.

Al alcohol y a los animales los dejé de consumir sin darme cuenta. De hecho, no supe que había dejado de beber ni que me había convertido en vegana sino hasta después de transcurridas algunas semanas tras formar parte de un retiro en Plum Village en el verano del 2014.

Durante ese retiro ocurrieron tres cosas que transformaron mi percepción del mundo y de la vida. La primera es que me avisaron de antemano que todas las comidas durante la semana entera de mi estancia serían veganas y que no habría excepciones, lo cual produjo fantasías de morir de hambre, de arroz blanco con verduras sobrecocidas e insípidas mañana, tarde y noche durante 7 días consecutivos, y si soy sincera, también me produjo bastante temor. Si acaso, me consoló la idea de que bajaría unos kilitos.

Pero cuál fue mi sorpresa al llegar que, después de un largo viaje de aviones, trenes y camionetas, justo estaban sirviendo la última comida del día, que resultó ser un banquete no solo abundante y llenador, sino además delicioso, como nada que hubiese degustado antes. Sopita caliente con baguette, seguida de ensalada, fideos con verduras tiernas y frescas, rollitos de primavera, fruta fresca, agua de limón… y a la mañana siguiente, nuevamente la sorpresa de un banquete abundante y robusto: avena preparada con leche de soya, nueces, pasas, pan, mermeladas preparadas por las monjas, fruta fresca, café… y así una sorpresa tras otra, dia tras dia, banquete tras banquete, y entendí: “hey…. no necesito consumir carne para comer bien, variado y delicioso…”

Por cierto - de cualquier forma bajé unos kilitos 😊

La segunda cosa que ocurrió es que, a través de las pláticas y meditaciones, entendí a un nivel muy profundo (mucho más profundo de lo que puede entender mi intelecto) que los animales son seres sintientes, como nosotros, y que la industria animal es terriblemente cruel. No quiero contribuir a una industria que genera tanto sufrimiento.

La tercera es que tomé unos votos. En realidad no sabía que eso estaba haciendo, no me di cuenta que la cosa era en serio. Decidí tomar los 5 Entrenamientos porque era lógico en ese momento que los tomase, y pensé que podría tomarlos y que después no importaría y podría cambiar de opinión si quisiera. Pero no ha resultado así. El compromiso que hice no fue con nadie sino conmigo misma, me prometí vivir de manera ética y dedicarme a difundir el entendimiento y la compasión, de la mejor manera que pueda.

Esta ha sido mi experiencia – no tuve la intención de dejar el alcohol y hacerme vegana (el cigarro si quería dejarlo), pero eso es lo que ha ocurrido con la práctica. Lo que sí quiero enfatizar es que no tuve que hacer sacrifico alguno, simplemente sucedió, de adentro hacia afuera y no al revés.

¿Tengo que cambiar mi religión para meditar?

No. Aunque la técnica está basada en principios budistas, el budismo es más una filosofía y un estilo de vida que una religión. Cuando me preguntan que cuál es mi religión, contesto que soy católica. No porque sea creyente ni porque vaya a misa, no. Pero soy católica. Es algo que me regalaron mis padres y que atesoro. Aunque el Buda haya vivido 500 años antes que Jesús, estoy segura de que hubieran sido grandes amigos. Asi que ya seas católica, protestante, judía, musulmana o atea, la meditación es una práctica que está disponible para quien se interese en ella.

¿Por qué escribes en inglés?

Muy buena pregunta.

Bueno - no es porque me cueste más trabajo escribir en español que en inglés. Puedo escribir en ambos idiomas (y en ambos me equivoco). Cualquiera diría que el español sería mi lengua de elección puesto que soy latina finalmente – y a mucho orgullo.

Pero mis antepasados (3 de mis 4 abuelos) fueron ingleses. Aunque haya vivido mayoritariamente en América Latina, el inglés lo conozco mejor, porque me dedico a ello, soy profesora de inglés, además de que toda mi educación fue siempre en inglés, y he leído más en inglés porque soy licenciada en Letras inglesas.

Ahora que tomando en cuenta que quienes podrían interesarse en leer este blog no necesariamente hablen inglés, agregué en la columna derecha un traductor automático - espero que sea útil.

En realidad, escribo con más frecuencia en inglés porque las ideas me llegan ya construidas en su idioma, yo no elijo. Es como si fuera solamente quien transcribe lo que llega, pero no lo construyo. A veces me atoro con una palabra, o incluso un párrafo entero viene vacío, pero sé que allí, en ese espacio que veo con los ojos de mi mente, hay una idea ya formada. Solamente tengo que ser paciente para que aparezcan las palabras que la transmiten. Pero ya están, ya existen desde antes de poner un solo dedo en el teclado.

Y ahora… te toca. Por favor escribe tu pregunta en los comentarios y haré mi mejor esfuerzo por contestar. Si incluyes tu correo, te llegará notificación de mi respuesta.

Asimismo, si lees alguna pregunta que quieras contestar o abordar de alguna manera, por favor, ¡adelante! J

Comments

  1. Soy yo, para ver si se puede comentar, gracias

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  2. Hola. He leído tu muy interesante escrito sobre la meditación y me gustará añadir o sugerir algunos puntos. Saludos

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  3. Me gusta todo lo que señalas que es la meditación. Todo eso es definitivamente. Muy bien descrito Tanya. Sólo quiero añadir que también puede ser un punto de contacto con el nivel del absoluto pues nuestra vida transcurre en la dimensión de lo relativo. Nos identificamos con la historia de nuestra vida y si no entramos en el nivel de lo absoluto nunca llegamos a conocer lo que realmente somos. Se dice que los bebés están más cerca de Dios y si es así porque aún no aprenden la historia de sus vidas por no tener pensamientos con palabras. La meditación nos lleva a la parte más importante de nuestro ser, en donde dejamos de ser: qué alivio !!

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    1. Muchas gracias, Antonio, por tus amables y alentadoras palabras :-)
      Si, estoy de acuerdo contigo y lo que dices me trae a la mente algo que dice Eckhart Tolle, en el sentido de que, los animales, por ejemplo (¿tal vez al igual que los bebés?) viven en el momento presente porque están por debajo de los pensamientos. Hasta donde sabemos, los animales no se pierden entre las ramas de los pensamientos, y los bebés tampoco. Pero los adultos no podemos estar por debajo a menos de que nos intoxiquemos con drogas o alcohol. De hecho, se consumen drogas y alcohol para "no pensar", esto es, para aliviar el sufrimiento causado por el ruido incesante de los pensamientos.

      Entonces otra opción que se nos presenta como adultos es la de trascender los pensamientos. A través de la meditación, precisamente.

      Se me ocurre que tu y yo deberíamos de escribir un libro: "Conversaciones acerca de la meditación" :-)

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  4. Gracias por lo que dices en relación a la facilidad de meditar. Es cierto que se ha exagerado la dificultad de la meditación y una razón es porque nuestro ego no quiere que meditemos pues el vivir en el aquí y el ahora representa la muerte del ego. Los budistas tibetanos occidentales ven muy alejada la iluminación, que no es sino vivir constantemente en el presente pero esto es una estratagema del yo. No es difícil meditar, sólo hay que ir enfrentando los miedos que el ego nos va creando hasta que nos demos cuenta de que son fantasía pura.

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    1. De acuerdo. No menciono al ego porque en la literatura del psicoanálisis, por ejemplo, el ego es nuestro yo racional, y se considera más cuerdo (aunque siempre neurótico) al que mejor estructurado esté ese yo (el ego) en función a las necesidades internas del individuo versus su manera de relacionarse e interactuar con el exterior. En fin, el punto es que mi entendimiento del "ego" ha cambiado con el tiempo y creo que hay mucha confusión en cuanto a lo que significa. Es una palabra muy cargada y malentendida en la cultura popular.

      Otra idea que me surge (también prestada del psicoanálisis) es que estamos llenos de resistencias y que nos defendemos cual batalla de vida o muerte antes de enfrentarnos a nosotros mismos.

      En su momento trabajé con varios psicoanalistas. Dos excelentes y uno pésimo. El primero me motivó a profundizar y a estudiar psicoanálisis porque trabajamos poco tiempo pero de manera muy efectiva - entendía perfectamente lo que me decía y a veces salía hasta mareada de felicidad de su consultorio por todos los veintes que caían a la vez.

      El segundo fue pésimo y odiaba ir a verlo. Me habían dicho en la universidad que era obligatorio estar bajo análisis pero mi primer elección fue frustrante y poco grata. La segunda elección fue una de mis profesoras, pero ella no pudo atenderme como paciente (cuestiones de protocolo) y me refirió a su marido. Un cuarto de siglo más tarde, puedo decir que Javier es una de las personas que más pacientemente me ha escuchado y tratado de entender. Desde la perspectiva de Thay, el escucha profunda es sanadora por si misma, y esto es algo que he corroborado una y otra vez.

      Mi intención es escuchar mejor. A mi misma y también a los demás. Me doy cuenta que mi ego sigue vivito y coleando cuando interrumpo y no permito hablar a los demás, cuando sobre-corrijo, cuando creo saber lo que se va a decir y descarto opiniones ajenas...

      Pero estoy de acuerdo con lo que dices, la meditación representa soltar al ego. Uf... ¡entonces si es difícil meditar! jajaja

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  5. 3. Qué bonito describes tu experiencia con la comida y los preceptos. Tus cambios son muy positivos y se fueron dando de forma muy natural. Cuando estamos cerca de nuestra esencia, esta nos ayuda a cuidarnos pues la vida es prestada lo mismo que nuestro cuerpo. No podemos hacer lo que queramos con nuestro cuerpo, no podemos lastimarlo con cigarros ni alcohol ni otras prácticas. Pero esto lo entendemos hasta que estamos ahí en el momento presente, no antes. Lo mismo se puede decir de otros seres semejantes a nosotros y a los que no podemos quitar la vida. Una hermana mia se hizo vegana por razones de salud y con los años se ha venido haciendo más sensible de la vida de los animales. Ella también ha comenzado a meditar. Un camino nos va llevando a otros. Es como los afluentes de un rio.

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    1. Qué bueno, Antonio, que hayas ayudado y que te apoye tu familia, o parte de ella, por lo menos.

      Totalmente de acuerdo con tu comentario - me imagino que por eso Thay dice que uno de los preceptos contiene a todos los demás.

      :-)

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  6. 4. Yo también soy católico por herencia de mis padres. No es necesario renunciar a una creencia para meditar. De hecho muchos santos desde santa Teresa de Jesus hasta santa Teresa de Calcuta han sido grandes meditadores y es que no podría ser de otra forma. Ellos necesitaban como nosotros estar en contacto con la dimensión del absoluto, de Dios. Yo también me siento budista pues he tomado retiros en esta corriente y me han ayudado a estar en mi mismo, a no perderme en el mundo del samsara, de los sentidos. Mi maestro Thay siempre ha insistido en que abrazemos la religión que nuestros padres nos enseñaron pero para poder estar presentes tenemos que dejar nuestras creencias pues son pensamiento. La meditación se hace en el silencio interior y exterior, libre de ruidos.

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    1. Claro, no podría ser de otra manera que quienes hayan profundizado hayan sido grandes meditadores, hasta me atrevería a decir que no necesariamente gente monástica únicamente, sino también laica y perteneciente a cualquier profesión. No puede haber concentración, enfoque, creatividad ni entendimiento sin quietud, sin capacidad de reflexión, sin tiempo y espacio para contemplar...

      Por cierto que mi religión se la debo a mi madre y abuela materna (el 25% que no fue inglesa, sino peruana) porque los demás abuelos e incluso mi padre, fueron y es protestante. Pero le agradezco a mi padre que haya estado de acuerdo en educar a sus hijos católicos como se lo pidió mi madre porque eso me dió cierta tranquilidad durante una infancia inestable y turbulenta. No entendía nada pero veía cómo rezar la consolaba y que allí encontraba refugio.

      Pero nunca entendí la espiritualidad adentro de la religión católica. Simplemente no entendí. La primer experiencia que tuve de carácter espiritual fue un dia que estaba lavando los platos en la cocina, después de encontrar la práctica de la meditación.

      Gracias de nueva cuenta por compartir, Antonio.

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